viernes, 31 de julio de 2009

Osos en Aculco



Por supuesto que no hay osos en Aculco. Ni aún en siglos pasados, cuando quedó registrada la existencia en esta zona de una rica fauna que incluía lobos, felinos mayores y berrendos, llegaron a ser mencionados los osos. Pero, entonces, ¿por qué existe un parque natural estatal ubicado en tierras de Aculco y Acambay denominado "Oso bueno"? ¿Y por qué una gran escultura de un oso frente a un niño ocupa en una fuente el lugar de honor en el conjunto del mercado y auditorio municipal de nuestro pueblo?

Existen dos razones, una legendaria y otra anecdótica. La legendaria, consignada en la Monografía Municipal de Acambay publicada en 1999, afirma que

Hace más de setenta años sucedió que, de un circo de húngaros que arribó al pueblo, escapó un oso que se refugió en el monte, al que la gente del lugar se acostumbró a ver, al grado de que lo alimentaban y éste no hacía daño a nadie. Vivía en la región donde el oso moraba una huerfanita que, por no tener quien la asistiera, todos los días robaba una ración de la comida del oso y éste parecía no inmutarse, por lo que al preguntar a la niña donde vivía, ella contestaba: "En el cerro del oso bueno... (1)"


Esta fue la razón por la que, al crearse en junio de 1977 un parque natural estatal "en la zona montañosa de Aculco y Acambay, al norte del Estado" con una extensión de 15,288 hectáreas, se le demonimanara precisamente "Oso Bueno" (2).

Pero también influyó en esa denominación la otra razón, la anecdótica, que quizá fue aún más determinante: al entonces gobernador del Estado de México, Dr. Jorge Jiménez Cantú, le encantaban los osos. De hecho se le apodaba de esa manera y bajo su régimen el estado vio aparecer osos por todas partes, como aquella desaparecida y olvidada franquicia de fútbol conocida como los "Osos grises del Estado de México", que debutó en la temporada 1976-77 de la 3a. división profesional. También se le llamó "Osos Negros de Toluca" al equipo de beisbol procedente de Tampico para el que se construyó expresamente el parque Toluca 80. Por supuesto, la sala de ingreso al zoológico de Zacango, fundado en 1980, ostenta una gran escultura en bronce de un oso parado sobre sus patas traseras.

En Aculco, bajo el gobierno de Jiménez Cantú, se construyó en 1978 un conjunto arquitectónico que lleva su nombre, el que originalmente incluía sólo el auditorio (el menor, que ahora sirve casi sólo como vestíbulo al auditorio mayor), el mercado, la zona para el tianguis y el área de estacionamiento. Esta obra se realizó utilizando como material de construcción la típica piedra blanca de Aculco, en un estilo neocolonial bastante agradable, con innovaciones como el uso de bóvedas de ladrillo, contrafuertes y almenas que después se volvieron frecuentes tanto en nuevas construcciones oficiales como particulares de este pueblo. Con los años, a este conjunto se han sumado un jardín de niños, la escuela secundaria, el ya mencionado auditorio mayor y el nuevo mercado municipal inaugurado hace apenas unos meses. Todo ello, siguiendo mal que bien la vieja línea arquitectónica de la construcción original.

En la plaza central del conjunto, bautizado como "Unidad Jorge Jiménez Cantú", que sirve además como remate a la calle de Abasolo, se construyó también entonces una fuente formada por un sencillo cuadrángulo de piedra de recinto recubierto interiormente con azulejos. Al centro de la fuente, una escultura monumental en piedra gris muestra a un gran oso pardo casi erguido que apoya sus patas delanteras sobre un promontorio. Frente a él, un niño arrodillado (que no la niña de la leyenda del "Oso bueno") le mira a los ojos y arroja agua por un surtidor en su boca. La escultura es obra de Iker Larráuri, más conocido como museógrafo, que llegó a ser Director de Museos del INAH entre 1972 y 1977. Contó con la ayuda de Fernando Noguez, cantero.

Aunque por supuesto a este oso de piedra se le encubrió tras la leyenda del "Oso bueno" para justificar su presencia, es más que evidente que tal historia no tiene que ver con Aculco, sino con Acambay. En el fondo, es simplemente un homenaje al gobernador Jiménez Cantú hecho durante su propio gobierno y con recursos estatales, al más tradicional estilo de la política mexicana de la década de 1970.

Bajo ese cielo, hasta un oso luce. Fotografía de "lonerock1970" (Aldar Adame), obtenida en Flickr.

Detalle de la escultura. Fotografía de "SA de DV (Pachito Rex pa'los cuates)", obtenida en Flickr.


Notas

(1) Edgar A. Serrano Pérez. Acambay: Monografía municipal. México, 1999. Instituto Mexiquense de Cultura. Pág. 68.

(2) DECRETO del Ejecutivo por el que se crea el Parque Estatal denominado "El Oso Bueno", dentro de la jurisdicción municipal de Acambay y Aculco del Estado de México. Toluca, 3 de junio de 1977.