viernes, 2 de octubre de 2009

Aculco y el Camino Real de Tierra Adentro

Mapa del Camino Real de Tierra Adentro en la zona de Aculco en 1828.

De la página "Camino Real de Tierra Adentro":


El Camino Real de Tierra Adentro es una ruta histórica de más de 2 mil kilómetros que se integró durante la Colonia. Después de más de 400 años, representa un testimonio de historia viva que pocos conocen.

Este sendero significa también uno de los puentes culturales más importantes que unen a México y los Estados Unidos, y una clara referencia de lo que significa la colonización a gran escala, así como de valores asociados con la temeridad, la capacidad de integración con la naturaleza y, sobre todo, la gran creatividad invertida para darle al sincretismo un valor cultural propio y unos valores estéticos.

Esta experiencia tan amplia y rica en expresiones humanas estuvo a punto de quedarse en el olvido de no haber sido por la iniciativa que impulsaron diversas instituciones de ambos países al destinar recursos financieros y humanos para conocer, investigar, proteger y difundir este patrimonio histórico y cultural.


La importancia de Aculco en el Camino Real de Tierra Adentro (CRTA) se da en dos vertientes distintas: la primera, a través del Mesón de Arroyozarco (construido entre 1786 y 1791), uno de los más importantes de esta vía y que se encontraba justo a la mitad de su primer gran tranco, entre las ciudades de México y Querétaro; la segunda vertiente es a través del propio pueblo, que en el siglo XVIII era uno de los que más arrieros y recuas de mulas proveían para la transportación a través de ese camino, y que se encontraba sobre el ramal que comunicaba a Tula, a través de Arroyozarco, con la ciudad de Valladolid, hoy Morelia.

El CRTA a su paso por Arroyozarco, en un mapa del siglo XVII.

Esta importancia ha quedado de manifiesto en publicaciones como Aculco histórico, artístico, tradicional y legendario (H. Ayuntamiento Constitucional de Aculco, Méx., 1996) y Arroyozarco, puerta de Tierra Adentro (Instituto Mexiquense de Cultura, 2003), en ponencias como El mesón de Arroyozarco: historia y arquitectura de un mesón en el Camino Real de Tierra Adentro, presentada en el VII Coloquio Internacional del CRTA celebrado en la ciudad de Aguascalientes en 2001, y sobre todo, en Aculco y el Camino Real de Tierra Adentro, de Javier Lara Bayón (autor también de los trabajos antes mencionados), texto inédito que sirvió como base a la sección histórica del Expediente Técnico elaborado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), presentado ante la UNESCO para la declaratoria del CRTA como parte del Patrimonio Mundial.

Foto antigua del Puente Colorado, uno de los hitos aculquenses relacionados con el CRTA.

En efecto, al realizarse el inventario de puntos del camino con la posibilidad de integrarse a dicha declaratoria, propuse al Arq. Edgar Urbán (encargado de la elaboración del expediente técnico para el INAH) la incorporación de Aculco y Arroyozarco. Desafortunadamente, los sitios seleccionados debían tener un razonable buen estado de conservación en su patrimonio arquitectónico y el Mesón de Arroyozarco, como todos lo sabemos, se está cayendo a pedazos por el descuido de los encargados del distrito de riego local, su actual custodio. De tal manera, solamente Aculco fue seleccionado para ingresar a la lista. Junto con Tepotzotlán, que alberga al maravilloso colegio jesuita convertido en Museo nacional del Virreinato, es el único lugar del Estado de México que fue considerado, aunque la ruta completa hasta Chihuahua contempla a más de 96 municipios de diferentes estados.

A principios de este año 2009, el expediente técnico fue entregado a la UNESCO, y el pasado mes de septiembre se realizó la visita de evaluación de esta organización a nuestro pueblo, con buenos resultados. La evaluación definitiva será entregada el próximo mes de diciembre y, si todo sale bien, el Camino Real de Tierra Adentro será incorporado a Lista del Patrimonio Mundial en la categoría de Itinerario Cultural (en la que está, por ejemplo, El Camino de Santiago de Compostela) a mediados del año 2010.

Ahora bien, ¿qué significa todo esto para Aculco? En primer lugar, el compromiso de las autoridades municipales, estatales, federales y del INAH por conservar el patrimonio arquitectónico aculquense. No sólo sus edificios más importantes, sino el conjunto urbano del pueblo en un espacio de 13 manzanas que forman su núcleo histórico, y una manzana a la redonda de este núcleo como zona de amortiguamiento. Esta protección implica que toda intervención, remodelación, adecuación, etcétera realizada a las construcciones de esas manzanas deberá hacerse de acuerdo con los criterios técnicos establecidos por el INAH.

Es decir, que, en teoría (porque en México, ya lo sabemos, la ley no vale nada), no deberían presentarse nuevamente casos como la destrucción de los antiguos lavaderos públicos o la construcción del lamentable portal de la Casa de Hidalgo en 2008. Incluso, que algunas de esas "remodelaciones" sean demolidas o modificadas para restablecer la armonía urbana. También que, de ahora en adelante, no se permitirá la subdivisión de inmuebles históricos, como la que sufrió la Casa de los Terreros o la que amenaza a la Casa de los Lara Mondragón. Que ya no será posible construir en la zona declarada engendros como los que fueron edificados en la Calle Rivapalacio, y que las fachadas antiguas, como la mutilada de la Casa de don Epifanio Sánchez, deberán ser respetadas en adelante. En suma, un gran triunfo para quienes desde esta humilde tribuna del blog "Aculco, lo que fue y lo que es" hemos puesto nuestro empeño en la conservación del patrimonio arquitectónico e histórico de Aculco.

Plano de 1768 del antiguo Mesón de Arroyozarco, anterior al edificio de fines del siglo XVIII que es el que hoy existe.

Este puede ser el momento justo de un gran cambio para Aculco, gracias a esta declaratoria. A partir de este momento, la autoridad municipal contará no sólo con el apoyo, sino con la exigencia de otros niveles de gobierno para hacer cumplir las normas de conservación, de desarrollo urbano, reglamentos de construcción, de zonificación, etcétera, deteniendo el crecimiento anárquico que ya empieza a verse en las orillas de la población. Tendrá la posibilidad de acceder a asesoría de alto nivel para resolver los problemas de desarrollo o de imagen urbana que actualmente enfrenta el poblado, como son la circulación de automóviles, estacionamientos, zonas peatonales, cableado eléctrico oculto, parques y jardines, preservación y no urbanización de zonas ecológicamente importantes para el pueblo, (como el valle que se extiende entre Aculco y Gunyó), restauración de edificios notables, restablecimiento de la homogenidad arquitectónica en zonas degradadas, etcétera.

Es la oportunidad, pues, de agregar al ya reconocido valor histórico-arquitectónico de Aculco las mejores aportaciones para su conservación, un ejemplar desarrollo urbano en sus zonas modernas y el respeto a la ecología. Incluso, quedó planteada la posibilidad por parte del gobierno del estado de restaurar el Mesón de Arroyozarco, lo que sumado a algunas acciones de conservación en otros edificios que pertenecieron a dicha hacienda, pero sobre todo a la ordenación del lamentable urbanismo de ese poblado podría llevar a que en el futuro próximo también ese sitio sea incorporado a la lista como parte del CRTA.

El Mesón de Arroyozarco visto desde el CRTA.

Por ahora, somos optimistas y creemos que, por primera vez en muchos años, Aculco endereza el rumbo en lo que respecta a su conservación y urbanismo. Pero debemos advertir que si esta declaratoria no contribuye a la conservación de Aculco con sus valores de poblado histórico, seguramente ya nada lo logrará.