martes, 17 de agosto de 2010

Los altos de la portería del convento, en restauración

La portería, en restauración.La portería como estaba en la década de 1950.

En abril de este año denunciamos públicamente, a través de este blog y de medios escritos como el diario PODER EDOMEX (Gracias a la generosidad del periodista Guillermo Garduño Ramírez), la intervención que se estaba llevando en la galería porticada que se halla sobre el portal de peregrinos o portería del ex convento franciscano de Aculco. Gracias a estas denuncias, la obra fue suspendida temporalmente y el INAH tuvo que reconocer que dichas obras no contaban con una licencia, lo que motivó, según se publicó en la prensa, que se emprendiera un "procedimiento administrativo contra los responsables que llevaron a cabo dichos trabajos". Una intervención muy oportuna si se toma en cuenta que la intención de los promotores de esta obra no era la restauración de este espacio (que ya ameritaba debido a los daños de su cubierta y las filtraciones de agua), sino su transformación en una especie de salón cerrado.

ACTUALIZACIÓN 24 de octubre de 2011: La portería del convento de Aculco, reproducida en este detalle de un dibujo de 1838.


Fotografías de octubre de 2009 en las que se advierte el deterioro de la cubierta de la galería superior.

La obra en la galería fue reiniciada meses después y, por fortuna, se está llevando a cabo ahora con notable cuidado para recuperar su aspecto original, del que sólo falta reponer el pretil de ladrillo. Tuvimos oportunidad de observar la etapa final de estos trabajos hace dos semanas y nos parecieron verdaderamente estupendos: las columnas originales de madera fueron reinstaladas en su sitio, lo mismo que los antiguos canales de piedra rematados en forma de flor; los volúmenes y alturas fueron escrupulosamente respetados, como también lo fueron los materiales y técnicas de construcción. Quienes conocieron este sitio como se encontraba antes de la intervención, quizá recuerden que sólo algunas de las zapatas sobre las columnas eran originales y se reconocían por su labrado más abierto y barroco. Muy atinadamente, al sustituir dichas zapatas se adoptó para todas ese modelo original.

Extremo norte de la galería, estado original.

Extremo norte de la galería, tras su desmantelamiento, en abril de 2010.

Restauración de la galería, en agosto de 2010.

Sólo tengo tres pequeños "peros" que le pondría a esta restauración: el primero, el labrado del remate de la viguería (que fue enteramente reemplazada), que en vez del simple corte diagonal que mostraba anteriormente tiene ahora un calado "inventado" que sólo se asemeja al de algunas vigas no originales de la planta baja. El segundo, el vuelo de la cornisa se prolonga centímetros más hacia el frente de lo que hacía originalmente, situación que tal vez es explicable por la protección adicional que da a la madera este alargamiento. Y tercero, los canales de piedra fueron colocados más remetidos hacia el interior, por lo que parecen ser menos largos de lo que en realidad son.

Detalle de la restauración: las bases de cantera, las columnas de madera y los canales de piedra son los originales. La viguería, las zapatas y en el enladrillado han sido reemplazados debido a su deterioro.

Sería muy oportuno que, como remate a esta magnífica obra, se intentara recuperar también un par de características del aspecto que mostraba esta área del convento originalmente y que desaparecieron hace ya muchos años. Hablo, por una parte, de los tubos metálicos colocados en los canales de piedra que, al uso de otros edificios coloniales como el Palacio del Conde de Heras Soto, en la ciudad de México, alejaban un poco más los chorros del agua de lluvia. Y también de la pequeña espadaña de cerramiento curvo que se hallaba colocada sobre el cubo de la escalera que lleva al coro de la iglesia.

En fin, entre tantas malas noticias sobre el patrimonio histórico aculquense, podemos ver con satisfacción que esta es una de las pocas situaciones que empezaron muy mal y tienen visos de terminar muy bien. Pero duele ver que, mientras al exterior el viejo convento recupera algo de su aspecto original, al interior se camina a la inversa, sobre todo con la colocación de un deprimente techo de lámina sobre el patio principal.

Otra vista de las obras de restauración.

ACTUALIZACIÓN, 23 de agosto de 2010

Con la colocación del pretil de ladrillo, la restauración de la potería ha quedado ya concluida. Aunque todavía se observan humedades por el encalado recién aplicado, este es el aspecto final de este edificio histórico tras la intervención de la cubierta de la planta alta.





Una imagen de referencia: el claustro del convento de Calpulalpan, Tlaxcala, construido en un estilo muy parecido al de la portería del convento de Aculco.