lunes, 20 de febrero de 2012

El reloj de sol de Arroyozarco

El reloj de sol del Hotel de Diligencias de Arroyozarco

El municipio de Aculco tiene el privilegio de contar no sólo con uno, sino con dos de los relojes de sol histórica y artísticamente más importantes que sobreviven en el Estado de México. Un tercer cuadrante, que se encontraba hasta hace no muchos años mal colocado sobre el acceso al atrio de la capilla de Santiago Toxhié, resultaba también muy interesante, pero no tenía la buena factura ni alcanzaba las dimensiones de los otros dos.

De uno de aquellos dos grandes relojes solares, el de la parroquia, hemos hablado ya ampliamente en un post anterior. Esta vez nos referiremos al instrumento que se encuentra rematando uno de los machones esquineros del antiguo Hotel de Diligencias de Arroyozarco.

El reloj de sol de Arroyozarco se ubica coronando el vértice del cuerpo lateral derecho de la fachada principal del edificio, mirando en dirección al sur. De tal manera, su uso está restringido a los meses de agosto a abril, como corresponde a todos los relojes solares que dan hacia ese punto cardinal en la región intertropical. Tiene aproximadamente 1.38 metros de altura. Su pedestal tiene forma semipiramidal y en su cara principal muestra la fecha de su construcción: 1845 (es decir, es unas cinco décadas más "joven" que el de la parroquia), junto con la leyenda "EL SOL MARCA LA HORA". El cuadrante, con una cavidad de menos de un cuarto de esfera, lleva al centro de la parte superior su gnomon y en el borde incisas las horas en números romanos. En los bordes exteriores del cuadrante ostenta dos pares de florones y en su pedestal un par más. En su cúspide, el reloj lleva un remate neoclásico, al parecer trunco.

Levantamiento arquitectónico del reloj. Tomado de la tesis del Arq. Joel Lara Mondragón titulada Propuesta de restauración del antiguo ex-hotel de diligencias de Arroyo Zarco... (2008).

Por la fecha de su construcción, este reloj corresponde a los tiempos en que fue propietario de Arroyozarco don Francisco Marañón (1844-1849), es decir, resulta anterior a las obras de mediados del siglo XIX que transformaron el viejo mesón virreinal en elegante Hotel de Diligencias en tiempos de su siguiente dueño, don Anselmo Zurutuza.

Ahora que el Hotel de Arroyozarco se encuentra en franco proceso de destrucción y los responsables de este edificio de propiedad federal, en lugar de reparar o por lo menos apuntalar sus destartaladas azoteas, sólo atinan a clausurar el ácceso principal para evitar que el viejo inmueble se le venga encima a alguien cualquiera de estos días, vale la pena hacer notar detalles como el de este reloj. Porque puede ser que en una fecha no muy lejana de él sólo queden los pedazos entre el escombro.

El reloj, coronando la esquina del cuerpo lateral derecho de la fachada principal.