martes, 22 de diciembre de 2015

¿Pero qué dice allá arriba?

Si el lector pone atención al observar la fotografía de la torre de la parroquia de Aculco que muestro arriba de estas líneas y sigue mis indicaciones, advertirá fácilmente algo que apostaría le ha pasado desapercibido hasta ahora. Se trata de las curiosas inscripciones con letras rojas que aparecen en la cara interior de las pilastras esquineras, la primera justo a la izquierda de la campana y la segunda encima del barandal de hierro. Más difícil le será sin duda comprender lo que está escrito ahí (como ha resultado también para mí) debido a la altura en que se encuentran, el desgaste de los años y lo enredado de la letra que quizá se remonta hasta el siglo XVII.

Estas inscripciones, ejecutadas con pintura roja, se encuentran en por lo menos cuatro de las ocho caras interiores de las jambas de los arcos que forman el primer cuerpo del campanario, bajo el nivel de la imposta. Fueron ejecutadas sin demasiado cuidado, lo que queda de manifiesto por cierta irregularidad en la ubicación pues antes que buscar colocarlas a alturas idénticas el autor prefirió realizarlas ahí donde existía un sillar suficientemente grande para contenerlas.

La mas legible se localiza en la pilastra suroeste, viendo hacia el norte. Con claridad de advierte en la primera línea el anagrama de Jesús, IHS, con la H coronada por una pequeña cruz. Abajo, con letras más grandes que mezclan mayúsculas y minúsculas, se lee "S. MAthE.o", alusión al discípulo de Cristo y evangelista que parece empezarnos a revelar el sentido de este grupo de inscripciones.

En efecto, en la inscripción de la pilastra noreste, que mira hacia el poniente, se observa, bajo una cruz muy pequeña, el nombre de otro evangelista, "S. Lucas". Pero, desmintiendo la posibilidad de que cada pilastra haya estado dedicada únicamente a cada uno de los cuatro evangelistas, en la segunda línea parece leerse "y Joceph", es decir, san José escrito al uso antiguo pero además con una falta de ortografía poco frecuente. Hasta ahora, pues, podemos pensar que en las otras pilastras encontraremos una combinación parecida de evangelistas y personas de ls Sagrada Familia.

Pero el problema es que la tercera inscripción es casi ilegible como se advierte arriba. En la primera línea podría estar, quizá, un monograma de la virgen María, y la segunda parece terminar con un "nes" o "nes.o" o quizá "res" que no puedo identificar de otra manera que no sea un dudoso "S. Andrés", lo que complicaría el sentido que creíamos haber encontrado pues este santo fue discípulo de Cristo, pero no es uno de los evangelistas.

La cuarta inscripción no despeja ninguna de las dudas, no por culpa suya pues parece estar en muy buen estado de conservación, pero su ubicación en la pilastra sureste, viendo hacia el norte, dificulta sobremanera fotografiarla desde el suelo y sólo pude conseguir hace unos meses una muy mala fotografía tomada desde lo que fue la capilla de la Tercera Orden. Acaso dice ahí "S. Pabl.o" pero es quizá más imaginación que observación. Si fuera así nuevamente aparecerían las dudas, ya que san Pablo no fue evangelista ni discípulo, pero sí apóstol.

Dado que no hay elementos suficientes para plantear una interpretación precisa de a quiénes entre los santos se quiso dedicar este cuerpo del campanario, permítanme lanzar una hipótesis: creo que las inscripciones que vemos son tan sólo un vestigio de las que existieron originalmente y que posiblemente incluían los ciclos de los doce apóstoles, los cuatro evangelistas, los apóstoles Pablo y Bernabé y la Sagrada Familia. Sin duda alguna la anunciada restauración de la torre de la parroquia, que muy probablemente se realizará el próximo año, ayudará a resolver este pequeño misterio.